¿Qué es y para qué sirve?
Sánchez anuncia una auditoría externa para investigar las mordidas del PSOE: ¿servirá para descubrir la verdad?
Sí, pero Partiendo únicamente de la contabilidad oficial presentada por el partido, la auditoría privada encargada por Sánchez podría no ser capaz de descubrir pruebas contundentes de financiación ilegal o de mordidas, ya que esos aspectos suelen quedar fuera de los registros oficiales.
Pedro Sánchez ha anunciado que encargará una auditoría externa para intentar aclarar si el dinero de las mordidas implicadas en varios casos de corrupción también llegó al PSOE. La intención es mostrar transparencia y responder a las preguntas que saltaron tras las acusaciones públicas.
Pero, ¿no está ya el PSOE auditado? Sí, y por un organismo oficial: el Tribunal de Cuentas. Este tribunal es el encargado de revisar la contabilidad oficial de todos los partidos políticos, comprobando que cumplen con las normas legales sobre financiación y gastos.
Aquí está la clave: el Tribunal solo analiza la contabilidad formal que los partidos entregan, donde no se registra dinero negro, comisiones ilegales ni fondos ocultos. Según esa documentación, todo está "más o menos" en orden. ¿Qué quiere decir ese "más o menos"? Que aunque la contabilidad oficial parezca correcta, el Tribunal puede detectar irregularidades si algo no cuadra.
Un ejemplo es Vox. Entre 2018 y 2020 declaró más de 400.000 euros en colectas y venta de productos promocionales. En principio, lo anotaron en sus cuentas, pero el Tribunal consideró que no quedaba claro el origen real del dinero y faltaban justificantes. Por eso, les impuso una multa de más de un millón de euros, que Vox ha recurrido.
Volviendo a la auditoría externa que quiere Sánchez: ¿puede esta empresa externa descubrir financiación ilegal que el Tribunal no haya detectado? La respuesta es compleja. A menos que tengan acceso a documentos internos inéditos —una contabilidad paralela o pruebas claras de dinero negro—, solo podrán revisar la misma contabilidad oficial que ya ha sido estudiada.
En otras palabras, sin evidencia adicional, esa auditoría corre el riesgo de quedarse en lo mismo: números "limpios" en papel, sin rastro visible de mordidas o sobornos.
Así que, aunque el anuncio de Sánchez busca dar una imagen de transparencia, la realidad es que la auditoría externa podría no aportar mucha más claridad que las revisiones ya realizadas por el Tribunal de Cuentas.